Hoy particularmente la reflexión
se ha hecho más oscura. La gente me parece más odiosa que de costumbre, los
fachos pobres más hueones, los machitos más ridículos, las micros más encapsuladas
y más rajadas. Las autopistas hoy eran más Mario Kart, y el frío de la mañana
estaba más asqueroso que el día anterior; el consultorio más hediondo, los
viejos más decrépitos, las enfermeras más antipáticas, los médicos más
deidades.
La hermana más enferma que ayer y
la madre más infectada que la semana anterior. Y la reflexión, la reflexión hoy
es la más oscura de todas, porque hoy no ha llegado ni luz artificial a
apaciguar esta cabeza.
La micro más llena, los guatones
más guatones, los hediondos más hediondos, los degenerados más degenerados, los
pobres más pobres, los tontos más tontos y la floja más floja. Es que hoy no
fue el día más frío, sino que el más oscuro del año. El día en que se cortaron
todas las luces.
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