domingo, 3 de marzo de 2013

La moto


Pensé en regalarte una moto, pero soy pobre.

Quería pedirte perdón por estar siempre pensando en otra cosa... por poner paredes innecesarias, no decir lo que siento, tener miedo, hacerme la grande cuando en realidad sólo soy una niña. Perdón por olvidar que no debo complacerte.

Nunca quise empujarte lejos de mí, pero me tiemblan las piernas. Soy tiritona, como un mini-perro mojado por la lluvia y la calle.

Discúlpame por disculparme a cada momento, por esconder la cara cada vez que te encuentras cerca. Pero flaco, yo sé que tú me entiendes. 

Pensé en regalarte una moto, pero te presto mi cuerpo un ratito.


- A mí también me ha dado miedo, pero luego me junto contigo… miro tus ojos y tus piernas, y me digo “valdrá la pena”
- Amoroso.

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