Quiero hacerlo contigo solo para estar más cerca. Quiero
desesperadamente tratar de acercarme a ti y romperte todos los muros que me
impones, o que tú me envistas destrozando mi fortaleza.
Necesito apegarme frenéticamente a tu cuerpo a ver si así
puedo alcanzarte, llegar a rozarte con mis caricias que parecen nunca llegar a
destino. Pero no te confundas, este no es un llamado sexual-erótico, es una
súplica de amor. Es la misma súplica que hacemos cuando nos quedamos esperando
esos llamados que nunca llegan y mensajes invisibles.
Ni siquiera sé por qué escribí esto y me di la paja de abrir blogger, si no lo vas a leer. Nunca me lees a tiempo.