No era ni linda, ni sexy, ni interesante, mucho menos atractiva. No, no soy ninguna de esas cosas que a ti te gustan,
Descubrí que no me quiero cortar el pelo porque me evoca a los principios de mi adolescencia, cuando tenía estas mismas preocupaciones. Ya no quiero ser esa persona.
No era linda, ni sexy, ni interesante, mucho menos atractiva. No, no soy ninguna de esas cosas; soy demasiado yo, con demasiados sentimientos incomprensibles... un huracán, un alud de malos pensamientos.
Cada año me convenzo más del poder de mi psiquis para cagarme físicamente: todo lo que pasa por mis emociones se manifiesta en este plano, ya sea como enfermedad o cura.
No era nada, y no iba a ser otra cosa.
Hoy soy la dueña de mi vida, de mi cara, de mi arte, de mis dones, de mi inteligencia, de mi maldad, de mi locura, de mi hambre, del tasogarehen. Soy dueña de mi cobardía y de mi nula tripulación -por ahí andan diciendo que los maté a todos por incompetentes-
y dudo que lo llegue a ser alguna vez; soy demasiado yo, demasiado desastre y puntas partidas.
Por lo menos, de este blog, soy la más linda. Mínimo.
Y en mi tierra soy la más todo.
¿y en la tuya, ah?
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