sábado, 21 de septiembre de 2013

¡Qué linda es tu paciencia!

De forma atrevida declaro, a través de este medio clandestino, que te amo con pasión, locura y profunda alegría.

¿Sabías tú que yo nunca había sido presentada en sociedad? Ni había tenido fotografías con algún amado, que yo jamás pude soñar con volver a torcerme a mí misma la mano en una despedida fugaz. 
Y así como que no quiere la cosa paré el tren de carreras, y me volví mansa (y mañocita)
Y yo ahora vine a pedirte humildemente que me concedas tu mano... para así bailar contigo rock de casbah en la cocina por el resto de nuestra vida, muerte, tuta, pan con palta, sillón quemado y rusos negros. Mientras hablamos de nosotros, de la vida y del amor. (mamut)
Tilín tilón, colita de ratón. 

Cuida al ave pío.  

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