de pies por orejas a ver si en la nueva estructura pillo
la razón que me falta.
Y si tiempo no quedara más,
el segundo restante lo ocuparía para dar las gracias,
que si muriera mañana, viví feliz,
y si viviera mañana, jamás lo fui.
jueves, 10 de noviembre de 2016
A veces nos quedamos mirando como
si las respuestas estuvieran pegaditas entre nuestras cejas, bien estancadas a
las raíces de los mini-pelos que se nos cuelan entremedio, adornando el
terreno de piel que pretendemos baldío. Yo te sigo mirando a través de mis
párpados cerrados por la vergüenza: te imagino las olas de risa que te brotan
por la boca y los ojos, te imagino también las margaritas muertas de hambre.
Y te imagino cagado de sueño atrás mío esperando que termine de editar la entrada para que nos acostemos. Te imagino no alcanzando a leer esto, te imagino leyéndolo. Te imagino arreglándote el pelo mientras suspiras, te imagino.