miércoles, 30 de septiembre de 2015



Cuando era niña jamás pensé que crecería como una de esas personas que parecen quebrase a cada paso que dan. Nunca pensé convertirme en un vidrio delgado y viejo, que ni aguanta el viento, mucho menos los rasguños ni la tempestad.

Pasan los segundos, y más rota. Cada silbido me destroza, cada mirada, cada palabra.
Solo falta un golpe de gracia para que mi pronóstico se cumpla: la crisis. El huracán cobarde.

martes, 8 de septiembre de 2015


Corazón podrido:
Dícese de las manzanitas que alguna vez fueron jugosas y dulces, y que terminaron llenas de gusanos. Se desconocen las causas. No tiene cura.

Ojitos brillantes que terminaron vidriosos.
Dulzura apagada, sensibilidad carcomida.

La paciencia, la tolerancia, el aguante.
Corazón podrido, manzanita negra. Corazón marchito, pepitas oscuras.