martes, 7 de abril de 2015

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Que tedio.
Vine aquí a delilar. Aquí en mi mortaja, en mi epitafio y mi testamento.
Deliro el cansacio y el vacío. Lloro la risa y mi karma.

Que tedio.
La fatiga pide miel al té, leche al café, cariño a las palabras, calor a la taza. Pide shampoo y agua caliente.
Me pide que corra y que duerma.

Quiero de vuelta esa paz. La alegría de la tranquilidad.

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