jueves, 7 de junio de 2012
Ahí en la salida no había nadie, sólo estaba yo, conmigo y mi enfermedad. Entre tu espada invisible y su pared.
Acá sola, en medio de todo. Cruzando la calle.
Así descubrí que todo esto carece de sentido.
Me quiero ir a mi casa, ya no puedo seguir en este lugar tan frío y humedo.
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