Me gusta esta absurda sensación de libertad, aunque me haga llorar de vez en cuando.
Es sumamente agradable no tener que mirar a los lados en la salida, porque sé que no habrá nadie ahí. De esta forma, no sufro la desesperación de una mente ilusionada.
martes, 26 de junio de 2012
jueves, 7 de junio de 2012
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