miércoles, 31 de agosto de 2016

Esperan2 y Desesperan2



Me llegó un soplo de antiguos pesares en la oreja izquierda.

¡Fue impresionantemente violeto!

En serio. Muy en serio.

Se me llegó a inflamar el lóbulo de la orejita, para mi propia sorpresa. Yo que me hacía firme como roca y erguida como araucaria, ahora me veo arrodillada rogando por migajas, cual una vagabunda de calle Valparaíso estirando la mano a ver si me cae alguna letra.

¡Cual 15añera!

Como enferma lamiendo el suelo por el que andas.

Pero es caro el precio de hacerme esperar y






Desesperar.