café el poeta

Porque el café se termina, el tiempo avanza, las copas se quiebran, la gente se aleja, el día pasa, el viento dobla y todo muere; yo morí riendo de mi propia desgracia, y tú te reíste de mi trágico pasar.  

Léeme, que me censuro.

Léeme, que te termino.

Léeme, que nos acabo.

He esperado toda una vida para que me leyeras.

pececito verde

Estoy tan cansada de ti y de mi no-vida.

Estoy tan cansada de ti, pececito hermético.

Te como a la sal las escamas verdosas.

Te como la sal escamada y tortuosa.

Hay cosas que siempre he considerado, como morirme. Desaparecerme del planisferio.
Que un día me ahogue la corriente del estero o que repentina y curiosamente Zeus me perfore el cráneo con un rayo certero.
Siempre pensé en la posibilidad de autoeliminarme, porque mis pensamientos me mutilan. Entonces siempre cruzo la calle con luz roja... a ver si un camión fletero me desintegra y deja en la carretera una escena digna de película gore.

Déjame recitarte mis pasiones en uni-sono. 

Que baje el telón y salgan los créditos.

A veces hay que dar la cara, sin color.